Las Dríadas no se suelen vestir, adornan sus cuerpos con musgo, hojas, flores o cortezas que también usan para hacerse invisibles con el paisaje. Sus cabellos están enredados en plantas, rematados con coronas de hojas de robles. Los ojos almendrados de las Dríadas, tienen colores dependiendo de la estación del año, a veces verdes claros, oscuros, amarillos, púrpuras o incluso ámbar. En la piel ocurre lo mismo, toma tonos rojizos en otoño, blancos en invierno, marrones en verano y verdes en la primavera.
Las Dríadas, en su entorno en casi imposible verlas, a no ser que ellas mismas así lo deseen. Sus corazones están vinculados a La Vieja Encima, un árbol milenario del cual dependen para vivir, por eso si una Dríada se aleja demasiado de la Encina, o el árbol es maltratado, ellas mueren y sufren dolor. La Vieja Encina, por lo tanto, es protegida con todas sus fuerzas por las bellas Dríadas.
Las Dríadas tiene un tono de voz suave y armonioso, hablan su propio idioma y son capaces de comunicarse con las plantas y la vegetación, aunque también hablan el idioma común de los humanos. Suelen reunirse en comunidad para cantar y bailar en armonía con los sonidos de las ramas de los arboles junto al viento.
Hablar con ellas es peligroso ya que hay una linea muy fina entre la broma y lo susceptible. Es preciso elegir bien las palabras para comunicarse con ellas. Son capaces de atraer al viajero perdido y convencerlo para que vayan con ellas y de que beban el brebaje que preparan, si lo beben, lo humanos pierden la memoria y quedan hipnotizados ante ellas, siendo su objeto sexual. Por lo tanto, los humanos que se crucen con ellas están destinados a los caprichos de las Dríadas.
Las Dríadas eligen a los hombres fuertes para procrear con ellas, las más jóvenes mantienen relaciones con estos hombres y quedan embarazadas, si tiene un niño este es sacrificado, si tienen una niña se queda en la comunidad. Los hombres "usados" para la procreación suelen morir.
El Bosque de Brokilon es su hogar, cualquiera que se adentre en el bosque sin permiso de están criaturas suele morir de un flechazo en el ojo o en el corazón, ya que las Dríadas son expertas con el manejo del arco.
Las Dríadas no suelen formar parte de los conflictos humanos, aunque dan cobijo a los Scoia'tael. La reina de las Dríadas es Eithne, que vive en Duen Canell, el centro del bosque de Brokilon.
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